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sábado, 11 de febrero de 2012

"La apariencia del maestro"



Después de bastante tiempo sin publicar una entrada, hoy ha sido el día en que me he decidido a hacerlo.
A continuación hablaré sobre la importancia que se le da a la apariencia de un maestro.

Sin la intención de crear ningún tipo de polémica plasmaré de forma respetuosa mi opinión sobre el tema que voy a tratar.

La mayoría de la sociedad relacionaba, o peor, todavía relaciona al maestro o maestra con una apariencia relativamente seria, indumentaria del todo poco atrevida; gafas enganchadas con un sencillo cordel y bueno, en el caso de las señoritas, no obviemos los elegantes moños, tan característico de la "Señorita Rotenmeyer". He aquí el mejor ejemplo del perfil de maestro en la escuela de antaño. 

Pero...¿Qué ocurre en la actualidad?, ¿Hemos evolucionado lo suficiente?.

En mi opinión creo que se prejuzga demasiado la apariencia del maestro o maestra para ser aceptada en una determinada escuela - no hablemos pues si de una privada se tratara...- y, personalmente considero que no se le puede cuestionar a ninguna persona su profesionalidad por la ropa,  pelo o aspecto que tenga. 
Un tema muy de actualidad es el de los tatuajes o perforaciones corporales. Son muchas las personas a la que se les niega un puesto de trabajo por llevar tatuado el cuerpo o llevar algún piercing. Vivimos en una sociedad tan ignorante que relacionan el hecho de llevar un tatuaje como signo de delicuencia o algo por el estilo, pero, ¿verdaderamente ese dibujo o pendiente me dice si una persona es buena o mala profesional?. Por descontado que no. 
No entiendo cómo somos tan hipócritas (me incluyo pues yo formo parte de esta sociedad...) de defender la diversidad del alumno cuando luego no tratamos la diversidad del profesorado. Todos tenemos distintas formas de vestir, de expresarnos, de querernos, de reírnos...y todo ello es lo que nos diferencia del resto. Si entendemos esto, por qué no somos capaces de aceptar que un tatuaje o piercing no hace daño a nadie y por tanto, no ha de ser motivo de refutamiento a la hora de trabajar. 
Llevando o no, un tatuaje/piercing se puede ser, igualmente, un gran modelo para nuestros alumnos, puesto que ellos no nos van a querer más o menos por nuestra apariencia, sino, por nuestra capacidad y habilidad para transmitir, ya sean conocimientos, emociones, valores...
Es por esta razón por la que demando que dejemos los estereotipos a una parte y nos preocupemos por fomentar una buena educación con o sin tatuajes/piercings.